INDUCCIÓN DE TRABAJO DE PARTO

INDUCCIÓN DE TRABAJO DE PARTO

La inducción del trabajo de parto es la iniciación del trabajo de parto antes que comience de forma espontánea. Es un procedimiento que desencadena los fenómenos fisiológicos del trabajo de parto y estimula de forma artificial las contracciones uterinas que conducen al borramiento y dilatación del cuello. La inducción del trabajo de parto es un procedimiento que se indica en pacientes con riesgo elevado de continuar con su embarazo, en lugar de interrumpirlo como en casos de preeclampsia, embarazo postérmino o ruptura de membranas entre otras. Merece consideración independiente la inducción electiva, en la que se considera aceptable su indicación con los siguientes criterios: embarazo de término, encontrarse en un sitio alejado de la atención médica y el viaje incremente el riesgo o, bien, por decisión personal de la paciente. La escuela mexicana de obstetricia considera que la inducción del trabajo de parto implica dos fases: 1) inducción, incluida la maduración del cérvix y 2) conducción del parto (estimular las contracciones uterinas). De acuerdo con las características del cérvix, se asigna un puntaje (Escala de Bishop), si es menor a 6 puntos se considera desfavorable y es candidato a maduración cervical, esto se puede realizar mediante dilatadores mecánicos o fármacos (prostaglandinas u oxitocina). Cuando el puntaje es mayor a 8 se inicia la conducción del trabajo de parto. El objetivo es conseguir contracciones cada 2-3 minutos, con una duración entre 60-90 segundos. En los últimos años se han desarrollado protocolos clínicos de mayor eficacia y seguridad que han hecho más accesible este procedimiento. - “Protocolo: Maduración cervical e inducción del trabajo de parto”. Fetal Medicine Barcelona. - “Inducción del trabajo de parto en el segundo nivel de atención”. CENETEC 2012

Dra. Ingrid M. Mejía Castañeda