ABORTO

En México, el aborto se define como la terminación espontánea o provocada de la gestación antes de la semana 20 o expulsión del producto de la gestación con peso menor a 500 gramos. Es una patología muy frecuente, tan es así que, del total de concepciones, 30% se pierden por fallas en la implantación, 30% son abortos preclínicos, 10% son abortos clínicos y 30% nacen vivos. La mayoría de los abortos suceden en las primeras 8 semanas de gestación, y casi todos los abortos se presentan durante el primer trimestre (primeras 12 semanas de embarazo). La causa más frecuente de las pérdidas gestacionales precoces (antes de la semana 12) son las anomalías cromosómicas, presentes en un 65-70% de los casos. Otras causas menos frecuentes son alteraciones uterinas (miomas submucosos, septos), factores inmunológicos (síndrome de antifosfolípidos) y tóxicos externos (tabaco, alcohol o fármacos). La edad materna avanzada (>40 años) y el antecedente de pérdida gestacional precoz son los principales factores de riesgo que se pueden identificar. El cuadro clínico más común es la presencia de sangrado transvaginal y dolor suprapúbico tipo cólico en una paciente embarazada. Desde hace 20 años se dispone de tecnología que facilita el diagnóstico temprano del embarazo, lo que ha permitido avances en el manejo de la amenaza de aborto y del aborto espontáneo. La ultrasonografía y la prueba de gonadotropina coriónica (hCG) facilitan el diagnóstico y el manejo de pacientes con un embarazo anormal. El ultrasonido transvaginal confirma el diagnóstico de aborto y tiene un valor predictivo de 98%. Las opciones terapéuticas disponibles son: conducta expectante, tratamiento médico ambulatorio y tratamiento quirúrgico. El manejo expectante es un método indicado en pacientes con saco gestacional intacto que no desean tratamiento quirúrgico ni médico. Sin embargo, deben saber que la resolución puede durar varias semanas y que las tasas de éxito son bajas. El tratamiento médico consiste en administrar fármacos dirigidos a desencadenar contracciones uterinas para conseguir la expulsión del contenido endouterino. El tratamiento quirúrgico hace referencia al legrado uterino instrumentado o aspiración manual endouterina y se considera la opción con mayor efectividad, con una tasa de evacuación completa del 97%. Es indudable que la pérdida de la gestación y el aborto pueden ser una experiencia traumática para la pareja y potencialmente causar depresión y ansiedad. Es fundamental que sepas que no debes automedicarte. Ya que, si estos medicamentos no se toman adecuadamente y a las dosis requeridas, de acuerdo con las características e historial clínico de cada persona, pueden tener efectos adversos muy importantes que conlleven a un riesgo en tu salud, consulta a tu ginecólogo y no dudes en hacer todas las preguntas que lleguen a tu mente. - “Protocolo: manejo de la pérdida gestacional de 1er trimestre”- Fetal Medicine Barcelona. - “Diagnóstico y tratamiento del aborto espontáneo y manejo inicial de aborto recurrente”. CENETEC - Menéndez Velázquez. “El manejo del aborto espontáneo y de suscomplicaciones”. Gaceta Médica Mexicana volumen 139.

Dra. Ingrid M. Mejía Castañeda